Niños Buenos


The Good Samaritan, por Walter Rane

Desde hoy inauguró una nueva categoría a este blog que se llamará: «Niños Buenos». Recuerdo que cuando era pequeño me decían que debía ser un niño bueno y que debía esforzarme por demostrarlo. No sé si lo he cumplido cabalmente, pero trato de hacer lo correcto y hacer buenas obras como un hábito en mi vida.

¿Cómo podemos ser niños buenos?  En esta época en donde los valores y principios parece que se han quedado en el olvido, las buenas acciones que hagamos día con día aportan un granito de arena para demostrar que entre nosotros podemos hacer el bien. Hay diferentes formas en que lo demostramos: al perdonar, al ayudar, al brindar amor y consuelo; en fin, hay muchas maneras para manifestarlo. Cuando hacemos buenas acciones de corazón estamos siendo parte de los niños buenos en el mundo, y esto es algo que entre todos necesitamos para ser mejores.

Por este motivo, estaré poniendo con regularidad algunos relatos que han realizado diferentes personas en el mundo y en diferentes épocas, para mostrar que han existido y existen niños buenos, aunque sé que no quieren ese reconocimiento, se han convertido en un ejemplo para mí y espero para ti también. Así que cuando veas como título Niños Buenos y un título adicional, es porque hay una historia nueva.

Te invito a aportar en esta sección con tus experiencias personales, historias  que conozcas o hayas escuchado, que cumplan con este cometido, las cuales podrás agregarlas dentro de los comentarios y que agradeceré mucho.

Deja un comentario